¿Examen de ingreso a la universidad o mejora educativa?
Fecha:
18 de Julio del
2022
Fuente: El comercio
Link: https://www.elcomercio.com/opinion/editorial/examen-ingreso-universidad-mejora-educativa.html
Por: Julieta Guerrero Arce
De
acuerdo a la noticia precedente, tenemos dos aspectos fundamentales a analizar.
La primera, la coyuntura y la segunda, la desinformación. Queda claro que el
tema que engloba el acceso a las universidades ha causado polémica e
indignación entre los jóvenes quienes desean acceder a un cupo en la
universidad pública, pues este proceso ha pasado por varios cambios desde su creación,
además de estar sujeto a tendencias políticas de turno. Asimismo, es una
temática que ha sido reflexionada desde la superficialidad por la población ecuatoriana,
ya que se repiten ciertos discursos sobre la efectividad de tal examen obviando
el verdadero problema. La falta de justicia educativa.
Entonces,
la aplicación de un examen estandarizado para el ingreso a las universidades
jamás representará un proceso justo para los estudiantes pues, no todos inician
desde el mismo punto de partida. Hay quienes, desde primero de básica han
recibido una educación de calidad y quienes no. Por lo tanto, el fracaso de
este proceso está estrechamente relacionado con la inequidad que existe dentro
del sistema educativo ecuatoriano. Ahora bien, es claro que la asignación de
cupos como responsabilidad de la Senescyt ha aliviado a las universidades de asumir
dicha responsabilidad. Sin embargo, ahora, con la eliminación del examen, acción
propiciada por el gobierno actual, la responsabilidad nuevamente recae sobre
las facultades lo que implica que rectores realicen su propio proceso. Entonces ¿El eliminar el examen cambia las
cosas? En lo absoluto, todo sigue de la misma forma pues, no se ha mejorado la
educación desde las bases, no se ha tratado con dignidad a los docentes y aún
existen brechas sociales marcadas.
Por
lo tanto, lo antes mencionado se vincula al rol de los directivos en la gestión
escolar, pues en todas las instituciones educativas se debería coordinar una
capacitación previa a los estudiantes con el objetivo de nivelarlos para rendir
las pruebas de admisión a las universidades, independientemente del ente regulador
de las mismas. En consecuencia, el vicerrectorado desde un punto de vista ético,
debería coordinar espacios de práctica como simuladores, clases magistrales,
explicaciones, técnicas de meditación para apoyar en el proceso. Además, es necesario
que el directivo organice junto con el DECE clases sobre orientación vocacional
para que los estudiantes tengan claridad sobre lo que les gustaría aprender en
el futuro. Recordemos que la escuela es un espacio de transformación, que guía
a los estudiantes a aprender para la vida, para mejorar a la sociedad, por lo
tanto, es indispensable que las autoridades brinden herramientas apropiadas
para aliviar la frustración del estudiantado, desde el inicio hasta el fin.
Así
que, efectivamente, gracias a la noticia sobre el proceso de admisión a las universidades,
se puede reflexionar y se evidencia la falta de calidad dentro del sistema
educativo ecuatoriano pues, la mayoría de jóvenes no logran acceder a una
universidad pública ya que durante toda su trayectoria en la educación media se
los ha educado de una forma mecanizada, con contendidos irrelevantes.
El comentario realizado identifica claramente cómo la tarea de la gestión directiva, bajo la nueva premisa, se pone cuesta arriba y puede ser determinante para garantizar la continuidad en la educación de los jóvenes que aspiran seguir una carrera universitaria. Para complementar con lo mencionado, en primer lugar, considero que la nueva decisión obedece a una propuesta demagógica de campaña hecha por el presidente de turno que lamentablemente se ha determinado con total ligereza porque no responde a una planificación que indique si realmente con esta modalidad se garantiza el acceso de los estudiantes a las universidades, más grave aún, con los recortes presupuestarios que han impactado a las universidades es cuestionable el hecho de que puedan estar listas para diseñar exámenes de admisión que se adapten a los diversos contextos con los que llegan los estudiantes a fin de mitigar de alguna manera la reproducción de la desigualdad en la educación. Bajo estas condiciones, la función de los directivos se ve bastante comprometida porque al final, ahora cada universidad tiene la oportunidad y responsabilidad de cambiar un sistema de acceso que ha sido tradicionalmente excluyente. En segundo lugar, concuerdo con el comentario realizado, cambiar la modalidad de acceso, no garantiza de ninguna manera una mejora en la calidad educativa si realmente no se ejecutan acciones de acompañamiento al estudiante a fin de que puedan rendir eficazmente el examen.
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